¿Cómo vencer el miedo al dentista?
Son varias las personas que llevan años sin pisar la consulta del odontólogo por la ansiedad y el miedo que les genera el simple hecho de pensar en el dentista. La falta de controles dentales periódicos puede generar un deterioro de la salud oral, por lo que es importante que los pacientes que tengan miedo al dentista aprendan a enfrentar este problema. Dra. Veronica Schulte, dentista en la Clínica Odontológica Berlin en Las Condes, da 8 recomendaciones para vencer este miedo.
¿Qué es lo que genera el miedo al dentista?
En la mayoría de los casos el miedo se genera por malas experiencias previas que incluyen el dolor, el pinchazo de la anestesia y los ruidos de los aparatos que se introducen en la boca del paciente. También la ansiedad y el miedo se generan por la incertidumbre ante lo que el dentista diagnostique y el tratamiento que se tenga que hacer.
Los odontólogos son conscientes del miedo y la ansiedad que sienten los pacientes cuando van a la consulta y se forman y preparan para que la visita al dentista no sea traumática para el paciente. Hoy en día muchos procedimientos dentales son menos invasivos de lo que solían ser décadas atrás. Sin embargo, como no son pocos los pacientes que sufren de miedo y ansiedad frente a la visita odontológica, se recomienda que los pacientes sean parte del proceso de enfrentar este problema.
8 recomendaciones para vencer el miedo al dentista
- Identificar la razón del miedo: es importante reflexionar sobre las causas del propio miedo al dentista.
- Buscar un dentista o una clínica de confianza: visite la clínica antes de pedir la cita para ver si le genera confianza y hable con la recepcionista. Puede pedir información e incluso que recomiende a uno de los profesionales de la clínica, explicándole que sientes miedo al dentista.
- Pedir hora: mientras antes mejor
- Pedir a un amigo o familiar que te acompañe: el ir acompañado refuerza la decisión de ir al dentista y facilita la distracción durante la espera.
- Tener presente que la primera visita no es dolorosa: la primera visita suele ser una revisión de la que se saldrá con un plan de tratamiento, por lo que no habrá ni pinchazos, ni procedimientos dolorosos.
- En la sala de espera: si va acompañado la conversación permitirá distraerse y no pensar en lo que está por venir. Si va solo, lo mejor es tratar de distraerse leyendo, escuchando música o conversando con la secretaria.
- Decirle al dentista que tiene miedo: no hay que sentir vergüenza por sentir miedo al dentista. Al contrario. En algunas clínicas hay odontólogos especializados en pacientes con miedo. Es importante hablar con el odontólogo, es el más interesado en que los pacientes superen el miedo y sabe cómo tranquilizarlos. Se puede pactar una señal cuando se necesite una pausa durante el tratamiento o pedirle que le explique cada paso de lo que hace.
- Antes de salir, solicite más información: la primera consulta suele ser una revisión en la que el odontólogo identifica los problemas que hay que corregir y define un plan de tratamiento del que le informará. Es el momento de hacer todas las preguntas sobre los procedimientos que se deben realizar para no quedar con la incertidumbre de lo que se viene. Si el miedo es al dolor, existe la opción de solicitar la sedación consciente. Si el miedo es al costo del tratamiento, habrá que preguntar por posibles ofertas y facilidades de pago. Es importante salir de la consulta con todas las dudas resueltas.
Es normal que el miedo al dentista perdure después de la primera consulta, especialmente si se tiene en cuenta el plan de tratamiento que exigirá sucesivas visitas. Hay que tratar de pensar en el beneficio que se va a obtener del tratamiento: una buena salud oral y menos problemas a medio y largo plazo.